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Métodos de cría, Alimentación y Manejo
En la finca El Zancarrón, que ha dado nombre a esta inigualable estirpe de campeones y campeonas, pastan sus yeguas y crías. Gozan de una climatología cálida y benigna, condiciones inmejorables para una cría en libertad en todo momento asistida y controlada.
De tal manera que, dentro de ese régimen extensivo, se lleva a cabo una separación de hembras en gestación, las cuales pasan a cercados y cobertizos adecuados para su estado, en los que disponen de forraje, así como de una alimentación especial a base de avena, cebada y correctores vitamínicos - minerales necesarios.
El parto tiene lugar en estas instalaciones si el tiempo es bueno, pasando a parideras cubiertas en épocas climatológicas adversas. Las crías permanecen en estas instalaciones hasta su destete sobre los cinco o seis meses. Una fecha tras la que se lleva a cabo la separación de madre e hijo y se da comienzo la doma de cuadra. Seis meses más tarde se realiza el herraje de potros y se lleva a cabo la separación de machos y hembras, permaneciendo en los establos adecuados y pastando en los cerrados correspondientes. Así, en esta situación, permanecen los ejemplares hasta los tres años, momento que se realiza la selección para ver que ejemplares pasarán a venta y cuales quedaran como integrantes de la ganadería. Las hembras pasan a la piara donde se cubrirán con el semental, y los machos lo harán a las instalaciones correspondientes donde se realiza su doma, bien doma clásica o doma vaquera. Esta actividad es llevada a cabo por Javier Marín Fidalgo en su Club hípico Dolmen de Soto, próximo a la yeguada. Aquí se preparan los ejemplares para su presentación en concursos y certámenes a los que esta ganadería asiste.
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